La liberación de los espíritus demoníacos es un ministerio importante del Nuevo Testamento que fue practicado por Jesús y sus discípulos. Sin embargo, está casi completamente olvidado en la Iglesia actual. No obstante, Jesús dio a la iglesia, una clara orden: donde esté presente debe: echar fuera demonios.
Por lo tanto, el ministerio de liberación implica:
- quebrar esquemas demoníacos y maldiciones,
- echar fuera demonios
- liberar a la persona de las opresiones e influencias demoníacas.
Este ministerio no es para unos pocos especialistas, es una responsabilidad de todos los creyentes. Marcos 16:17 dice: Y estas señales seguirán a los que creen: en mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas.
Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos.
– Jesucristo en Lucas 4:18