El pastor y autor Pérez Millos expresa:
Los escritos del Nuevo Testamento son atemporales, en el sentido de que, como palabra de Dios, están vigentes en cualquier tiempo y los trascienden a todos. Sin embargo, no se puede ignorar el contexto socio-cultural del entorno en donde están situados los destinatarios del escrito. Pretender aplicar al tiempo actual asuntos que tenían que ver con temas propios del tiempo del escrito o problemas naturales de aquella época, sería una inconsecuencia que arrastraría consigo los problemas propios de lo que se llama literalismo.
Todas estas consideraciones anteriores han sido tenidas en cuenta por Alfonso Rojas al escribir el comentario que tengo la satisfacción de prologar. Se acerca al texto bíblico desde la profunda convicción de estar trabajando en la interpretación de la palabra de Dios, y como tal, lo hace con profundo respeto y fidelidad.