La pasión de Bob es que la Iglesia alcance su potencial para demostrar el poder y la multiforme sabiduría de Dios a los poderes y autoridades de las naciones.
Esta pasión se pone de manifiesto dando ánimo e instruyendo a pastores y líderes de iglesia de muchos países en la teología y la praxis de un ministerio holístico desde 1980. Bob fundó y dirige, junto con Darrow Miller, la Alianza para el Discipulado de las Naciones, y es autor de programas y libros relacionados, como por ejemplo, Si Jesús fuese alcalde. En este libro, él expone su inquietud creciente al constatar que las iglesias evangélicas debilitan el mismo Reino que representan dando prioridad a la conversión antes que al discipulado.