Presenta el ejemplo del liderazgo del apóstol Pablo: Su espíritu formidable, su manera y capacidad de comunicar, su vida de oración y su devoción a Cristo.
Pablo nunca pudo creer la maravilla de que Dios confiara tanto en él. De ese profundo sentido de agradecimiento fluyo la imagen propia sinceramente humilde de Pablo.
En Pablo encontramos un ejemplo inspirador de lo que una persona, totalmente entregada a Dios y comprometida con el pueblo de Dios, puede lograr en una generación.
Pero la vida de Pablo no fue un ideal inalcanzable: era humano, un líder con debilidades semejantes a las nuestras. Los triunfos de Pablo, así como sus fracasos, brindan lecciones valiosas para vencer cualquier obstáculo en el ministerio.