Sirviendo como corrección a los ataques bartianos contra la doctrina del bautismo de niños en la Iglesia Reformada de Francia a mediados del siglo XX, esta obra se ubica en la tradición reformada, la cual se remonta 400 años hasta la época de los escritos de Juan Calvino.
Esta obra enfatiza la prioridad de la doctrina del bautismo de niños, recurriendo a pasajes bíblicos donde se repiten los conceptos del bautismo y el pacto de creyentes. Contesta preguntas dificiles, tales como:
¿Cómo es legítimo el bautismo de niños?
¿Tiene tal bautismo una base bíblica?
¿Hemos de seguir bautizando a niños?
¿Deben bautizarse todos los niños?
Pierre Ch. Marcel trata clara y lúcidamente estas preguntas, Lleva a cabo esta tarea enfocándose en Jesucristo, el único recurso y mediador del pacto de gracia. Después de desarrollar el pacto como doctrina y el significado del sacramento como sus señales y símbolos, él analiza y responde a las objeciones contra el bautismo de niños. En particular, la presenta como una doctrina viva y activa, que está ligada a la responsabilidad de los distintos miembros de la comunidad de creyentes: la iglesia, los padres y los hijos.
En fin, este libro sirve como una apologética vital para esta doctrina reformada que hoy en día se necesita escuchar y explicar.