Pero olvidan que, entre sus múltiples funciones, el pastor ha de participar en numerosas ceremonias; bien por que los creyentes soliciten su intervención como Ministro en las distintas facetas, bien en ciertas ocaciones especiales del venir humano. En tales circustancias, el pastor se ve en apuros y tiene que improvisar…
Al hacer esto, descuida la obligación de quien atiende las necesidades de la grey; a saber, no dejar a la improvisación del momento -que es impresición, repetición, y suele derivar en atasco, e incluso, ridículo- lo que puede y debe ser preparado de antemano.
Por ello, el presente Manual de Ceremonias Religiosas, de carácter interdenominal, trata de suplir esta necesidad y construye una guía para pastores, respecto a su intervención en todo tipo de ceremonias religiosas; desde las más habituales, como son las bodas y los funerales, hasta más novedosas y de carácter social: entrega de diplomas, fiestas quinciañeras y muchas otras.