MAXIMICE SU INFLUENCIA APAGANDO EL RUIDO
Las distracciones se han convertido en herramientas para esconder lo que uno lleva en su interior. De un modo muy parecido al ruido blanco, nos impiden escuchar las señales de alarma internas que dan voz a nuestras emociones. A medida que el volumen de las distracciones va en aumento, nos volvemos sordos a los deseos y los asuntos íntimos que más necesitan nuestra atención.