No hay mayor frustración que intentar resolver los problemas profundos en el hogar de manera superficial.
Al pasar tiempo en consejerías y ver las familias por donde viajamos, voy descubriendo que la ignorancia es más peligrosa de lo que pensaba. Ella no tiene misericordia, ni perdona y legaliza a las tinieblas para arrasar con todos nuestros sueños de ser una familia unida, prospera y sobre todo el anhelo de ver a nuestros seres queridos vivir como verdaderos colaborado res de Dios para el progreso del Evangelio. A veces nos preocupamos tanto por la salud física, superación educacional, deportiva y financiera (lo cual es importante) pero nos olvidamos del gran valor de que Cristo esté siendo formado en casa para que nuestra descendencia camine en justicia, como Dios dijera de Abraham.
En el Evangelio de la gloriosa y eterna victoria de la cruz, el árbol de la vida “Cristo” absorbió y absorbe al árbol del conocimiento del bien y del mal con todas sus mentiras y deterioros.
Hay tantos mitos (nacidos del árbol del bien y del mal) que arrastramos generacional mente como cristianos que hacen de nuestros hogares incapaces de ver una reproducción exacta del corazón del Padre en nuestra descendencia. Es fundamental que como familias lleguemos a comprender que Dios lo encerró todo dentro de Cristo y que nada que esté en Él puede ser dañado, esto es verdaderamente glorioso, esta maravillosa verdad se ha vuelto nuestra gran esperanza. En la medida que este entendimiento crece se vuelve imposible querer tener nuestra familia fuera de Su Hijo.
En estas páginas encontraremos una imprescindible invitación a salir de la ignorancia que nos deja en un estado de inmadurez como casa lejos de su diseño eterno, y seremos llevados por su Espíritu Santo a crecer en madurez. Esta madurez no es otra cosa que la expresión de la vida de Cristo en nosotros empezando desde nuestras familias.
El Evangelio es una Vida que comienza en casa, es mucho más que prácticas eclesiásticas en un determinado día de semana. El Evangelio es una Persona, es una Palabra viva, es Cristo en nosotros. Es una propuesta a nuestro espíritu para solucionar por la victoria de la cruz un grave problema de naturaleza pecaminosa que es la verdadera causa que esta destrozando los hogares, sin importar raga, credo, religión o diversas realidades financieras.
Recordemos siempre que el Evangelio de la Cruz y Resurrección de Cristo es la única esperanza para llegar a ser conforme a la voluntad de Dios FAMILIAS QUE MULTIPLICAN LO ETERNO.
